Génesis, capítulo 11

Pero el Señor bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, y dijo: “Si esta es la primera obra que realizan, nada de lo que se propongan hacer les resultará imposible, mientras formen un solo pueblo y todos hablen la misma lengua. Bajemos entonces, y una vez allí, confundamos su lengua, para que ya no se entiendan unos a otros”.
Así el Señor los dispersó de aquel lugar, diseminándolos por toda la tierra, y ellos dejaron de construir la ciudad. Por eso se llamó Babel: allí, en efecto, el Señor confundió la lengua de los hombres y los dispersó por toda la tierra.
La fábula se reduce a que el orgullo de los hombres provocó la ira de Dios. Pero lejos de mitos y leyendas, no dejo de pensar estos días : ¡Si O`Sensei pudiese ver que ha ocurrido con su creación!
T.L.S.
(Asociación Cultural Aikido Adrianenca, 25 de enero de 2012)