jueves, 28 de junio de 2012

SODOMA Y GOMORRA


<<El Aikido no es una filosofía. El Aikido es la expresión y la revelación verdaderas de la evolución constante del Universo, cuyo objetivo –el takemusu aiki- consiste en experimentar los mecanismos de la Naturaleza a través del entrenamiento y poner en práctica las teorías en la vida cotidiana.

En Oriente el vocablo bu significa descartar el peligro presentado por una espada amenazante. Desde los inicios de la civilización, el concepto de bu ha supuesto un avance progresivo hacia la construcción de una sociedad pacífica. “Bu es amor”, proclamó O’Sensei. Sin embargo, un conocimiento superficial del Budo no servirá para dar cuenta de la profunda devoción que O’Sensei manifestara a lo largo de su vida en la búsqueda de la Vía del verdadero samurái. Luchó sin desmayo por la revelación de la verdad espiritual y la armonía universal a través de sus plegarias cotidianas y su interés altruista por los demás.

Hemos de entrenar con empeño para alcanzar la sabiduría, la armonía y el amor desinteresado por nuestros semejantes. Tal es la Vía que el Fundador del Aikido nos ha trazado. >>

Mitsugui Saotome. Aikido o la Armonía de la Naturaleza.

Así como en el Génesis Sosoma y Gomorra, a lo largo de la historia se han cometido auténticas barbaridades en defensa de la religión y otros dogmas, que han ido cayendo por su propio peso. Hay en todos ellos extremistas que utilizan los escritos para posicionarse de una u otra manera. Y en el Aikido no es diferente. No es difícil encontrar practicantes que anulen todo aquello que no se asemeje a lo que ellos habitualmente han vivido, y ese es no es el camino. Es nuestro ego el que lucha constantemente por mantener nuestros puntos de vista, y nuestra obligación  aprender a silenciarlo para encontrar la armonía con nuestros semejantes, y con nosotros mismos.

Es difícil encontrar con quien mantener una conversación enriquecedora, principalmente porque tenemos tendencia a anular las opiniones que no siguen nuestro credo. Es bastante aburrido estar constantemente rodeado de iguales, en los que sus motivos no distan demasiado de los propios. Son muchos los que se quedan en el camino, porque no son capaces  de aceptar enfoques diferentes, y aunque cuando  nos vemos ocasionalmente, no podemos ocultar nuestra alegría, es triste que no te acompañen en tu camino. Modificando un famoso verso de Machado:”…caminante no hay amigos, se hacen amigos al andar”.


Jorge Bucay distingue diferentes tipos de amigos a lo largo de nuestra vida: Están los circunstanciales. Un día te cruzas, te saludas, coincides en un viaje en avión y le cuentas durante unas horas cosas que ni a tus amigos les cuentas. Existen los amigos de intereses especiales. Estos son aquellos con los que sólo te encuentras para jugar al fútbol, pero es fantástico cuando lo haces. Los históricos son los amigos de nuestra niñez, a quienes apenas recordamos, los de la escuela primaria, los de toda la vida, que casi nunca vemos, o que vemos muy poco, pero con los que hay una relación muy especial. Cualquiera de todos ellos con el tiempo se puede convertir en intimos. Son tu espejo, de verdad conoce tus cosas y sabe de ti. El que te conoce y tú conoces. Y finalmente están los De corazón. Todo lo que tú sabes o te pasa, lo compartes. No le ocultarías nada, ni una mala enfermedad.

Dice el argentino Antonio Porchia : “Han dejado de engañarte, no de quererte, porque sufres como si hubieran dejado de quererte.” Así es. Si bien es cierto que he penado bastante por todos aquellos que he dejado atrás, hace tiempo que dejé de cuestionarme el motivo de ello. Cuando te relacionas con mucha gente, es muy difícil que alguien no se sienta dañado. Pero lo importante es seguir adelante intentando no lastimar. Siempre se abren nuevas puertas en la que aparecen personas interesantes, que puede que no alcancen la categoría de amigos íntimos, pero junto a los que podremos crecer. El mundo es un gran lugar que las redes sociales permiten conocer a  grandes personas. Brasil o Argentina son dos lugares que no hace mucho hubieran sido inaccesibles para un humilde practicante español, y actualmente gracias a Twitter  es posible interactuar, aprender y crecer como practicante de Aikido, pero más importante aún, como persona.

Los que llevamos un tiempo en el Aikido sabemos que un día un compañero deja de asistir al Dojo sin más explicaciones. Y otro más el día siguiente. Hay que ser responsables con nuestras acciones al entrar, pero también al salir, pero en este aspecto, el Aikido tampoco es tan diferente de la propia vida.


Saludos-

T.L.S




jueves, 21 de junio de 2012

MOKUSO: EL AIKIDO Y LA GESTALT


Todo el mérito de esta entrada es de @Varela_San.  Ayer Sajen Dojo@Varela_San hizo una entrada excepcional llamada Mokuso. Poco más me queda por decir de este momento Zen tan especial que tenemos en Aikido. Recomiendo que le dediquéis unos minutos de lectura, y que os hagáis seguidores tanto de su blog, como de su cuenta de twitter. Se trata de un fragmento del libro"El Dojo" de Dave Lowry.

Sé que hay gente que opina que muchas entradas que circulan por internet, corresponden a  fragmentos de textos de autores consagrados en las artes marciales y, con esta perspectiva – bajo mi criterio desde un punto de vista obtuso - entienden que es un cortar/pegar. Pero esto dista mucho de la realidad. Primero porque siempre citan la fuente, tal y como corresponde, pero además, el trabajo que supone conocer y filtrar toda esa información, conlleva un número de horas inimaginable, y el esfuerzo que supone hacérnosla llegar no tiene precio. ¡Qué mala es la envidia!

Dicho esto, pensaréis: ¿ Qué tiene que ver el Aikido con la Gestalt? Por favor escuchad un momento esta adaptación que hace Jorge Bucay del cuento de Giovanni Papini: “El reloj parado a las 7”.


Dijo Morihei Ueshiba: “Mi Dojo es la naturaleza, el Universo. Es una verdadera morada, un Dojo y un templo construido por el Kami. Si lo miráis con los ojos del corazón veréis al maestro que posee la verdad científica y espiritual que os guiará a la iluminación. Es la síntesis de todas las escrituras sagradas . Las leyes de la naturaleza han nacido del amor y la armonía absoluta que emanan del proceso de la creación. Es esencial que quienes sigan la Vía del Aikido guarden estos principios en lo más profundo de su corazón”.

Aún no entiendo demasiado bien por qué hay escuelas de Aikido en las que no se practica la correspondiente etiqueta sobre el tatami. En la época que estamos viviendo, lo usual es dejarnos llevar por situaciones estresantes y de ansiedad, que no nos dejan un ápice de aliento para poder tomar consciencia de lo que nos está pasando. Por fortuna, muchos somos los practicantes de artes marciales, y en concreto de Aikido, que disfrutamos de la grandeza de Mokuso. Este es el reloj parado a las 7 que se pone en marcha dos veces al día para muchos de nosotros. Sólo es estos momentos somos capaces de funcionar realmente a la perfección, sin distracciones, sintiendo nuestro interior, escuchándonos a nosotros mismos.

Si somos capaces de permanecer en Mokuso en nuestra vida cotidiana, ya sea escuchando una bella canción, viendo balancearse las hojas de los árboles, seguir el rumbo de un rio, jugando con nuestros hijos, simplemente con estas grandes “pequeñeces”, haremos del Aikido nuestra “ Vía”.

No sé si Mokuso es un periodo de transición, o de meditación, o un pensamiento. Es mi momento. Es sólo mío, al igual que de cada uno de vosotros que sois capaces de sentirlo, y necesitamos de esa fina línea que separa uno momento del otro. Como decía Bruce Lee: " Es el momento en el que debes vaciar la taza de té ".

Saludos.

T.L.S