lunes, 14 de mayo de 2012

ALGO HUELE A PODRIDO EN DINAMARCA


Hace unas semanas leí un artículo del Maestro José Santos Nalda, C.N 4º Dan publicado en el nº5 de la revista Budoka2.0, -páginas 66 a 69- llamado  La contradicción y la incoherencia en el Aikido. Cuestiona que los aikidokasprofesores y alumnos– sean realmente coherentes, entre el mensaje que predican de O’Sensei, del que tanto les gusta hablar, y el ejemplo que realmente dan en el Dojo o fuera de él. Se pregunta si los aikidokas entienden de verdad el significado de “armonía”, porque cree que con sus actividades y comportamientos muestran su ausencia.  

Existen: ”1.- Motivaciones y objetivos puramente egoístas más o menos declarados, tanto en alumnos como en profesores. 2.- Rivalidades personales entre profesores por envidias. 3.- - Críticas de unos contra otros, cuando no descalificaciones incluso sin conocerse personalmente entre sí. 5.- Pretensión generalizada en todos los grupos, de ser los auténticos intérpretes y transmisores del verdadero Aikido de Ueshiba. 6.- Grupos que se apartan unos de otros sin apenas conocerse y se miran con recelo o desprecio, aunque todos hablan de armonía, de paz, de amor…7.-  Otros han descartado el aspecto formativo espiritual del Aikido.”

Obviamente no es una actitud que se pueda extender a la totalidad de los practicantes. En estos dos años he conocido a gente excepcional, y aunque cada uno practica de diferente manera, a todos los une un saber hacer digno de admiración. Pero hay otros, una minoría por fortuna, que no entiendo demasiado bien qué hacen arropándose con el velo del Aikido. Unos que empiezan, pero otros -y esto es lo más grave- impartiendo clases en sus propios Dojos.

Durante los años que formé parte de Kishintai, no asistí a un solo curso de Aikido impartido por Aikikai y, aún así, decía que eran unas nenazas, que no hacían más que dar saltos. Pero es que incluso dentro de nuestra propia Escuela de Aikido, cuestionábamos la efectividad de la práctica en otros dojos.Después de 11 años, al entrar en AIkikai pensé que sería deferente. Pero con el tiempo me he dado cuenta que en todas partes cuecen habas.

Creo que “algo huele a podrido en Dinamarca”. ¿No os recuerda a  Hamlet, de Shakespeare? ¡Tantas traiciones, conjuras, envidias!

Con todos mis respetos, sé que es una entrada bastante opinable, dura y controvertida. Unos estaréis de acuerdo, y muchos seguro que no. Pero todos aquellos que lleváis tanto tiempo con la práctica diaria del Aikido, sabéis que el Maestro José Santos Nalda habla con conocimiento de causa.

Saludos.

T.L.S.